Cuando vamos a iniciarnos en la fotografía gastronómica lo primero a tomar en cuenta es conocer el producto que vamos a fotografiar, compenetrarse con nuestro plato o con la marca que estemos trabajando, entender cómo es y cuáles son sus valores; esta parte es fundamental para poder hacer un trabajo que impacte y emocione.
Todo comienza desde el producto, puede ser una receta para una libro, un catálogo, una imagen para una campaña publicitaria o simplemente un plato que estemos preparando y queremos documentar tanto el proceso como el resultado final de nuestra preparación, bien sea que seamos cocineros, fotógrafos, foodies, community managers o personas encargadas del social media de cualquier empresa o producto, entonces vamos a necesitar generar contenido de valor para la empresa gastronómica fotografiando platos apetecibles a la vista del comensal.
Lo primero a tomar en cuenta es conocer el producto que vamos a fotografiar, compenetrarse con nuestro plato o con la marca que estemos trabajando, entender cómo es y cuáles son sus valores; esta parte es fundamental para poder hacer un trabajo que impacte y emocione.
La fotografía gastronómica es una rama de la fotografía de producto, por lo tanto, es importante tener claro cuáles son las formas, texturas y colores que componen el plato, además si alguno de los elementos en nuestra escena tiene propiedades reflectantes, brillos o alguna característica que debamos manejar correctamente según lo que queremos lograr en nuestra fotografía.
La interacción que tengamos con el cocinero o el food stylist que nos asistirá para complementar el trabajo fotográfico es vital para el éxito de cualquier sesión, una dinámica de trabajo en la que cada uno sirva de apoyo garantizará la armonía y fluidez de toda la jornada. Una manera en la que tengamos todo muy bien coordinado es tener reuniones previas a la sesión fotográfica, tanto con el equipo creativo o publicitario de la marca, o los dueños del restaurante, así como con los food stylists, definiendo cantidad de productos, ángulos en que serán tomas las fotografías, tipos de fondos (backdrops), props (utilería) que se utilizarán, ingredientes para el contexto de las escenas y por supuesto la cantidad de fotos que requiere el cliente.
Cada fotógrafo que quiera entrar al mundo de la fotografía gastronómica debe saber que antes de cada sesión deberá hacer un trabajo previo de investigación en las que tendrá que analizar algunas características que los podrán ayudar a definir y conocer cada producto, ya que no podemos permitirnos ir a hacer fotos sin saber qué es lo que vamos a fotografiar y cuál es el mensaje que se necesita transmitir, esta manera de trabajar nos ayudará además a entender cada plato, esta investigación le facilitará al fotógrafo entender las características propias de cada producto o alimento y lo que debe transmitir en su mensaje visual, obteniendo como resultado una fotografía que éxito comunicacional.
El éxito de una fotografía de alimentos dependerá del cuidado en cada detalle, trabajar sin improvisaciones y con las herramientas adecuadas, comprendiendo todos estos aspectos básicos ya podemos comenzar…
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¡Hagamos fotos deliciosas!