¿Así que quieres iniciarte en el mundo del Food Styling y no sabes muy bien cómo comenzar? Estás en el lugar indicado. Dejando a un lado la parte técnica, la cámara e iluminación, debemos aprender a manejar lo más importante de este trabajo, la comida.
Dejando a un lado la parte técnica, la cámara e iluminación, debemos aprender a manejar lo más importante de este trabajo, la comida.
El food stylist es la persona encargada de presentar el plato o los alimentos en una producción fotográfica o audiovisual, cuidando el mas mínimo detalle para que su presentación sea apetitosa y atractiva. El fotógrafo debe estar preparado para conseguir que las diferentes elaboraciones luzcan perfectas y puedan alargar la vida útil de una receta para trabajar mejor en el estudio.
No se trata sólo de cocinar, ya que no es imprescindible que el producto que mostramos sea comestible. Aquí entran todos los trucos que se pueden hacer para lograr el efecto deseado, como por ejemplo el humo del café, el helado, el brillo de las aceitunas, las hamburguesas llenas de palillos y bases para darle la forma perfecta. Sin embargo, no hay un engaño real en este trabajo. Nuestro trabajo consiste en mejorar al máximo lo que debemos mostrar en la imagen final atendiendo a las condiciones de la marca o de lo que queramos lograr con nuestra fotografía.
• Organización, definir todo lo que vas a hacer y lo que vas a necesitar.
• La idea de la foto debe estar clara.
• Mejor que sobre a que falte, debes tener comida demás para no estar limitados.
• Ten controlados los tiempos, la comida no es eterna.
• Necesitas que se vea bien, cocinar para la cámara, no para comer.
• Los vegetales y hojas deben reservarlos en la nevera con poca humedad para que duren.
• Los cortes de frutas y vegetales deben hacerse prolijos.
• Los líquidos siempre deben servirse en el set, es lo último que agregamos antes de disparar.
• No uses el flash del celular, una luz de frente hará que todo se vea plano.
• Luz natural, una ventana con una tela que deje pasar la luz puede ser tu mejor opción.
• La comida debe trabajarse a temperatura ambiente.
• Debes hidratar antes de hacer la foto, sobre todo proteínas y vegetales.
• Alcohol, agua, pañitos, tijeras, pinzas y otros recursos serán muy útiles en el set.
• Buscar fotografías para tener referencias e inspirarte.
Cada sesión será más exitosa si contamos con un buen equipo de trabajo, aparte de un buen asistente que esté pendiente de todo lo que necesitas en el set también necesitarás un Estilista de Alimentos, o como se conoce en el medio, un “Food Stylist”, ya que como siempre digo, el éxito de una fotografía dependerá en un 50% del buen montaje del plato.
¡Esto es clave!, la elección de los elementos que comprenderán nuestro escenario es vital para que la fotografía funciones, es decir, que el mensaje que estemos dando sea el adecuado. Muchos pasan por alto este paso, y así como debe trabajarse el estilismo en el alimento también debe aplicarse en el diseño de la escena.
Debemos trabajar como en el cine, donde en cada fotograma de una película podemos observar distintos personajes, objetos, colores, ángulos y composición, esto significa que cada cosa que vemos en una imagen debe tener un sentido y propósito, es aquí donde los props le darán contexto a nuestra fotografía; pensemos por ejemplo que queremos diseñar una escena romántica, una cena para el día del amor que promociona un restaurante, o por ejemplo una promo de un producto para compartir en familia o un plan corporativo para la fiesta de aniversario de una empresa, tendremos entonces que diseñar todo con coherencia.
No confundamos el Food Stylist con el Prop Stylist, son oficios muy diferentes, incluso este trabajo suele cobrarse aparte, aunque es bien sabido que la mayoría de las veces suele hacerlo la misma persona.
Para comenzar a desarrollar los sentidos en cuanto al estilismo recomiendo utilizar las cosas que tienes en casa, ver que superficies puedes utilizar como maderas, telas o algunas texturas diferentes, definitivamente deben tener “personalidad”, tratar de salir un poco de lo común pero coherentemente; ver qué tipo de vajilla tienes, de qué color y luego ir armando tus propios escenarios. Por último pensar en los ingredientes que conforman nuestro plato, podrían ayudarte a crear un contexto genial lleno de formas y texturas interesantes.
¿Quieres formarte como food stylist? Te invito a mi curso, conoce más aquí.